martes, 25 de febrero de 2014

El hombre que hablaba solo


Al final, todo es mucho más sencillo de lo que parece


El hombre que hablaba solo

Dicen que hablo solo, que estoy loco. Se equivocan, yo solo hablo con las bacterias

No, no hablo a las farolas. Si ustedes me ven hablando con una farola es porque he emprendido un diálogo con las bacteria que la colonizan. Si usted habla con dios, nadie dudara de su salud mental, aunque el tal dios jamás haya existido. El gobierno de Mandril está constituido por psicópatas, y sin embargo, todavía no han sido apartados de sus funciones a pesar de los riesgos que suponen para la ciudadanía. Los mandrileños en general pierden un tercio de su existencia y los mejores años de sus vidas en el trabajo, sabiendo que entregan un tiempo que no recuperarán antes de caer a la nada, y sin embargo, nadie dice que están locos. A la gente no le gusta que discuta sobre el bien y el mal con los bífidus del yogurt, e insisten en que tome la medicación antipsicótica. Pero yo no preciso medicación para dejar de escuchar a las bacterias, tan solo preciso tapones para los oídos.


domingo, 23 de febrero de 2014

Todo sobre las edificaciones vivientes




Hay mucho más que decir sobre los edificios vivos del futuro, pero da miedo



Los pisos orgánicos

Contra el ladrillo nacen los pisos orgánicos, estructuras vivas que nacen y respiran. El fin de la construcción tal como hasta ahora hemos conocido.

Al principio se experimentó con casas vegetales, que requerían un menor consumo energético, florecían, y podían multiplicarse por medio de semillas. Esto supondría el fin del problema de la vivienda, pero eran demasiado fríos. Finalmente se optó por los pisos de carne, seres de sangre caliente a veinticuatro grados. Que estos pisos vivos autorregulen su temperatura corporal eliminó de una vez por todas los sistemas de aire acondicionado. La vida en el interior de estos pisos es confortable, como si nos encontráramos en el útero materno, a la vez que relajante, produce una agradable somnolencia, que ha reducido sensiblemente el consumo de pastillas para dormir. Estos pisos vivos son alimentados por los propios vecinos, que entregan sus despojos orgánicos, una vez separados de los plásticos, y que permiten el mantenimiento de las constantes vitales del edificio. La vida útil del edificio se calcula en setenta y cinco años, siendo sustituido por un edificio nuevo y joven al poco tiempo. Tras la muerte del edificio, la comunidad se hace cargo de su cuerpo. Dependiendo del encariñamiento, es enterrado, carbonizado, o entregado a la industria cárnica. En algunas ciudades es fácil encontrar placas, detalles y monumentos recordando al edificio fallecido.

Lamentablemente estos pisos vivientes todavía requieren de ciertos retoques; bioquímicos y genetistas, que ya han reemplazado a arquitectos y constructores, se han puesto en ello, tratando eliminar los sueños del propio edificio, las crisis de sonambulismo, las depresiones, la sensación de soledad y el estrés que sufren estos pisos, que a veces se agitan en la noche, causando inquietud en los inquilinos. El surgimiento de la conciencia en estos edificios, que ya albergan a más ochenta por ciento de la población, ha inagurado el debate, sobre el trato y el maltrato, y si es posible incluir una carta de derechos que contemple a estas singulares edificaciones. Actualmente existen dos lineas de investigación y de partidarios, aquellos a favor de los edificios con sistema nervioso y sin él. Sea o que sea, estos pisos vivientes piensan. A veces murmuran algo, algo incomprensible. 





jueves, 20 de febrero de 2014

Los peligros del uso de la imaginación para transformar la realidad

Deseo cambiar la realidad con la mente, pero resulta que solo es posible transformarla con el cuerpo. Mediante la fantasía, la imaginación, la evocación, y  la ensoñación, es muy difícil, quizá incluso imposible modificar lo real. Quizá sea escapismo, una dejación de mis responsabilidades como ser humano, una forma tolerada de locura; aún así lo sigo intentando.

Mando a distancia para cambiar la realidad

Pongo la mano sobre un libro con la esperanza que toda su información atraviese mi cuerpo hasta llegar a una parte accesible del cerebro, pero no funciona. Trato de comunicarme telepáticamente con las chicas que me gustan, desnudo sobre la cama, pero creo que no reciben nunca el mensaje, malgasto el tiempo queriendo mover pequeños objetos con la mente, preparándome para guerras psíquicas, pero me aburro y abandono mi potencial, si es que existe, y me pongo con asuntos mundanos que nunca se acaban, como limpiar el polvo. Por las noches imagino que me cubro de poderes, que acabo de una vez por todas con la enfermedad y la muerte -sí, aunque provoque superpoblación y hambrunas- Trato de vender mi alma al diablo a cambio de un mando a distancia, pero lucifer fue asesinado hace tiempo en la revuelta de los ángeles contra dios. Así que tengo que imaginármelo, inventarlo, pintarlo. Este sería mi posible mando a distancia con el que intervenir en la realidad:

Mando a distancia para cambiar la realidad desde cualquier lugar, en su casa, durante las vacaciones en la playa, en el metro rumbo a la nada

Un mando a distancia, de tal manera que tan solo pulsando un botón, las cosas aparezcan y desaparezcan. A mi me gustaría utilizar este mando anónimamente, aunque últimamente creo que es preciso hacer aparición en el mundo por aquello del crecimiento personal. Es probable que el uso de este mando vaya en contra de la democracia representativa, incluso que me crezca el bigote. Aunque prometa el uso consecuente del mando a distancia y provoque grandes desastres naturales en Carolina del Norte, el envió de rayos fulminantes contra los cuerpos de los ochenta y cinco hombres más ricos del planeta, o la desintegración del Rey o de Felipe Gonzalez, porque si, porque me caen mal y porque un día es un día, por diversión, sé que a larga podría convertirme en un capullo. Me imagino llevando una existencia gris y neutra, hasta cierto punto degradante, moviendo piedras sin fin, rodando ladera abajo de la montaña, y en mi tiempo libre, por muy pequeño que fuera este, pasaría el rato provocando incendios e incidentes internacionales. Lamentablemente, con tanto poder acumulado en un pequeño artefacto de bolsillo, es posible que un día inicie el mal, es decir, que liquide mediante mi maquinita del bien, a un idiota ¿Pero cómo es posible estar seguro de estar matando a un idiota y no a un superdotado? Yo mismo parezco un idiota; oculto mi potencial intelectual para no parecer demasiado imbécil, y paradojicamente, de tanto ocultar mi potencial y por ende, de no utilizarlo, me he convertido en un idiota. No sería extraño que un día, otro idiota, me desintegrara accionando un botón.


martes, 18 de febrero de 2014

El cosmódromo de Carabanchel Alto

Dejar de mover piedras y ser un harrijasotzaile, o encaminarme al cosmódromo de Carabanchel Alto

El cosmódromo de Carabanchel Alto

Todo está tranquilo. Regreso a casa del trabajo tarde, muy tarde, ya sabes, con esas ganas de llorar que ofrece el cansancio

Si cada cual escribiera su biografía, quedaría un resto, una resonancia de lo que hemos sido, pero todos los que movemos piedras dejaremos en blanco nuestro libro, como si no hubiéramos existido. No, no es lo mismo mover piedras que levantarlas. Mientras un movedor de piedras es arrastrado por la necesidad y las corrientes, el harrijasotzaile realiza su propia vida.  La vida no es algo que sucede, no es algo que va a llegar, es algo que hay que ir a buscar, que hay que crear. Ante un harrijasotzaile me quito el sombrero. 

Me cuesta escribir, no tanto por la desgana creativa implícita del movedor de piedras, sino porque duele. A los movedores de piedras nos duelen los dedos, las muñecas, y al final se nos caen las manos. Las manos, nuestra herramienta de trabajo. Solo tenemos muñones. Como si el fotógrafo perdiera la vista cada vez que retrata un instante, hasta quedar ciego, y sin embargo estamos tranquilos, cansados, pero tranquilos. Llego a casa y no puedo dormir. Enciendo la luz y busco un libro para leer con desgana. El azar escoge "La Tierra roja": 

Pablo.- Pero yo no quiero quedarme aquí para toda la vida. Estaré aquí hasta que encuentre algo.

Inés.- (Le mira tristemente) No siga...

Pablo.- ¿Qué le ocurre?

Inés.- Parece que le estoy escuchando a él, a mi padre...Ha dicho eso año tras año...Y no solo él, sino todos aquellos que trabajan aquí...Trate de ir acostumbrándose, es lo mejor que puede hacer...

Pablo.- Pero es que yo no quiero acostumbrarme...

Inés.- Sí que podrá. Otros también han dudado y han podido

Me asombro. Descubro que me encuentro dentro del libro y no puedo salir. La tranquilidad se rompe y me asomo al balcón. Un gran resplandor.  Los palacios del gran Mandril arden. La necesidad de ir al fuego o encaminarme en la noche hacia el cosmódromo de Carabanchel Alto. Salir disparado, escapar de la gravedad, fuera de la órbita, más allá de la realidad.


jueves, 13 de febrero de 2014

La invención de los cigarros sintientes

Prototipo de cigarrillo sintiente

Cigarros sintientes


Ya existe la tecnología. Podemos construir cigarrillos con ojos, cubiertos de piel en vez de papel. Cigarrillos vivientes, parlantes, sintientes, que griten de dolor cuando los enciendes.

Ustedes se preguntarán para qué sirve un cigarro sintiente, para qué sirve dotar a los objetos de vida y sentimientos, pero esa no es la pregunta. La cuestión es saber el por qué de ese empeño en convertir a los seres humanos en objetos. La paradoja es la siguiente, nos esforzamos en que los objetos un día abran los ojos, que nos amen, y simultaneame tratamos a los que amamos como cosas. Quizá haya un lugar intermedio, un lugar en el que los objetos y los seres vivientes ya no se reconozcan, no sé si eso será el futuro ni si molará. En ese lugar las cosas serán seres, y los seres, cosas.

martes, 11 de febrero de 2014

Todo sobre la hechicería anarquista

Sobre la mesa del escritorio hay un trozo de madera, si lo soplas, ocurren cosas

Magia anarquista

Estamos rodeados de objetos mágicos, pero nadie lo sabe. Sobre la mesa del escritorio hay un trozo de madera, si lo soplas, cobra vida. 

Entre mis objetos mágicos favoritos se encuentra el cuaderno y la pastilla de jabón mágica. Lo que escribo en el cuaderno mágico se suele hacer realidad. Cuando era pequeño escribía cosas en el cuaderno relacionadas con mi estrecho entorno, y ocurrían. Al ir cumpliendo años he ampliado el entorno y puedo modificar la política general del país sin demasiado esfuerzo, con tan solo creérmelo, pero ese es precisamente el problema, hay que creérselo. Lamentablemente, a medida que pasan lo años, uno deja de creerse muchas cosas, y créanselo, el descreimiento es uno de los mayores enemigos de la humanidad. Así no hay manera de cambiar la realidad.

La peluquería de los chinos es mágica, cuando me cortan el pelo veo siempre las cosas de otra manera. Sansón no perdió sus fuerzas al cortarse el pelo, ganó timidez. Mi teoría es la siguiente, al perder el pelo aumentó considerablemente su timidez, y la realidad comienza a pesar demasiado cuando uno pierde el pelo, Así no hay manera de cambiar la realidad. Para cambiar la realidad no hay que cortarse ni un pelo.

La pastilla de jabón mágica actúa como un indicador de cambio de paradigma, una vez que se agota tu pastilla de jabón favorita, se cierra un gestal y la realidad cambia. Una pastilla de jabón que nunca se gasta impide la aparición de nuevas experiencias. Sabiendo esto, puedo a mi antojo evitar cambios o iniciarlos, tratando de usar en demasía la pastilla de jabón mágica, o usarla hasta agotarla, propiciando cambios en la realidad. 

En cualquier caso, la magia producida por los objetos, no son nada con el poder de la palabra y la acción. Sus resultados son asombrosos; un ejemplo concreto: el gobierno católico del gran Mandril extrae de la hucha de los mandrileños millones de euros bajo la promesa de construir vivienda social, sin embargo, construye exactamente su contrario, es decir, vivienda antisocial, que después vende a Goldman Sachs a un precio inferior al de coste. A esto se le llama desviar el dinero de todos a los especuladores, y es en ese momento cuando ocurre la magia: alguien, una desconocida (podría ser usted), mediante su voz, unos pasquines y la voluntad hace un llamamiento para entrar a la acción, esto es, convoca a los vecinos a la asamblea. Entonces todo es impredecible, si los vecinos se organizan, ya sea para evitar ser expulsados de su vivienda, entonces sucede, la realidad comienza a cambiar antes de que la realidad les cambie a ellos. En otras palabras, comienza la guerra contra los especuladores.


viernes, 7 de febrero de 2014

El cuaderno mágico

El cuaderno mágico



Dominguet: Me encuentro en el piso y llevo más de dos horas contemplando mi creación. Es una mujer. Es bastante guapa, y aunque sus colores son de acuarela a mi me gusta, me parece perfecta. Artificial, pero perfecta.

Creación: ¿Vas a seguir hablando solo? 

Dominguet: Disculpa, es el maldito cuaderno mágico. Dibujo una mujer y apareces ante mi. 

Creación: Pero es que llevas más de dos horas mirándome...

Dominguet: Ya...

Creación: Y me aburro

Dominguet: ¿Y qué quieres hacer?

Creación: En 44 metros cuadrados no hay mucho que hacer

Dominguet: Pero este es el centro del mundo, aquí sucede todo...

Creación: Yo no quiero estar en el centro del mundo, lo que quiero es salir fuera, conocer...

Dominguet: Aquí tengo muchas cosas...Mira...¿Has visto esto? 

Creación: No, no me interesan tus monigotes....Quiero salir al mundo

Dominguet: ¿No te das cuenta de que estás constituida por neutrinos inestables, que cualquier corriente, gesto, podría hacerte desaparecer, desintegrarte?

Creación: Me da igual

Dominguet: ¿Cómo que te da igual? Allí fuera está el moco verde

Creación: Me hablas de él, pero jamás lo he visto

Dominguet: ¿Cómo lo vas a ver? Tan solo tienes dos horas de existencia

Creación: Si, y ya me aburro contigo. Quiero conocer el mundo

Dominguet: Allí fuera, en el mundo, está la policía...

Creación:  Me da igual...

Dominguet: Te pedirán la documentación y no tienes papeles. Te enviarán a un centro de internamiento, allí todo es mucho más aburrido que mi piso....

Creación: Me voy

Dominguet: ¡Te puedo contar chistes!

Creación: ¡Adios!

Dominguet: Se ha ido (se asoma por la ventana) Allí va...que guapa es...en cualquier momento se va a encontrar con el moco verde, y ni si quiera la he dejado dinero para el autobús...

Dominguet se apresura hacia el cuaderno y comienza a dibujar. Una mujer aparece ante él. Está sentada en el sofá. Es muy guapa

Mujer: ¿Quien eres?

Dominguet: Eres mi creación. Te he dibujado en mi cuaderno mágico, y alehop. Apareces ante mi.

Mujer: ¿Por qué me miras así?

Dominguet: Porque eres fascinante

Mujer: Me aburro



Y de repente, en este momento, cae una especie de telón












jueves, 6 de febrero de 2014

Notas sobre el cuaderno fantástico

Para pasar desapercibido por los incidentes que puedan ocasionar mis creaciones he comprado una barba postiza y un sombrero

Primeras notas sobre el cuaderno fantástico

Lo confieso, tengo alguna responsabilidad con lo que ocurre en el mundo. Algunos me pueden acusar de inacción, pero es falso. Tengo un cuaderno en el que todo lo que apunto, escribo o dibujo se convierte en realidad.

Si, tengo un cuaderno fantástico. Puedo dibujar a un ser y descubrir que más tarde ya existe en las calles bajo la forma de moco verde o en mi cama, como amante, construido de neutrinos inestables. Y debo tener cuidado, porque cualquier gesto, movimiento fortuito, corriente de aire o pensamiento podría hacerles desaparecer, desintegrarse o abandonarme para siempre. En realidad he perdido el control, desde el principio, sobre estas criaturas que van brotando de mi cuaderno fantástico. Nada puedo hacer. Escribo sobre ellos y aparecen en el mundo después. Y allá van, pueden ser monstruos a los ojos del otro. Desconozco si alguna de mis creaciones alcanzará la presidencia o si hablará ante el pueblo. Sé que la policía les dará el alto, pero ellos carecen documentación. Nadie sabe su origen ni como llegaron a Mandril. Se les detiene, si, y se les quiere volver a expulsar del mundo, pero es demasiado tarde, nadie sabe dónde enviarlos.



lunes, 3 de febrero de 2014

Breve historia del punto

Parece inofensivo, pero a partir de cierto umbral, nos quiere matar

Noticias sobre el punto

Hay que tener siempre los puntos a raya. Creemos que estamos a salvo de ellos porque son adimensionales y parecen inofensivos, sin embargo, si usted puede verlos a simple vista es porque ya han crecido demasiado, y lo que es peor, pueden seguir creciendo.

Creemos tener controlado un punto y cuando nos damos cuenta, es el punto el que nos controla a nosotros. No permita que crezca demasiado, al final, vivirá bajo su sombra. Demasiado grande para tener una relación de tú a tú con el punto, si sigue creciendo podría tener proporciones colosales y convertirle a usted en un ser insignificante.   Llegado a este punto, nos encontramos en una situación trágica, nuestra existencia dejará de tener sentido y ocurrirán accidentes. Un día, un enorme punto se desprenderá, y aplastará a muchos, pero dará igual, apenas ocupará una breve linea al final de una exigua noticia. No teman, no hay punto que crezca indefinidamente, acabarían por explotar, aunque mucho me temo que en esa explosión probablemente caeríamos usted y yo. No creo que sea precisa una lucha a muerte entre el punto y la humanidad, probablemente porque si no existieran las mujeres y los hombres tampoco existirían los puntos. Me pregunto, ¿qué actitud tomar ante un punto? Sin duda conocer su umbral. Ese umbral que una vez rebasado, deja de ser un punto para convertirse en un monstruo. 


domingo, 2 de febrero de 2014

¡El mayor aborto del mundo!

Aborto practicado por el gobierno católico de Mandril


¡El mayor aborto del mundo!

Las gentes hacen corrillos en las calles de Mandril y debaten sobre si los embriones tiene alma y si esta va al cielo o se queda atascada en el mismo borde del infierno, lejos del alcance de las llamas, donde se encuentra el limbo.

Ya no existe el limbo, ahora existe el pan Bimbo, aunque en franco retroceso. Un día desapareció, y todos los no bautizados que se encontraban allí, se desintegraron en la Nada. Todo desaparece.  El gobierno católico sueña con la venganza, sueña con que aparezca un día por el horizonte un enorme feto sanguinoliento en Mandril gritando "¡Quiero mi tarta!" y que aplaste a los partidarios del aborto. Pero ha de tener cuidado con lo que sueña, pues todos los sueños se convierten en realidad, y una vez aquí, escapan a nuestro control. Lamentablemente, a un feto de estas dimensiones, en caso de existir, y al carecer de un cerebro y un sistema nervioso plenamente desarrollado, le resultaría del todo imposible distinguir entre un pro y un anti abortista. El desastre sería mayúsculo. Esto haría que interviniese el gobierno católico del gran Mandril, es decir, paradojicamente, se vería obligado a practicar un provocar un gigantesco aborto de proporciones descomunales. Pronto enviaría al ejército a disparar contra el feto sanguinoliento. Imaginen la escena: un feto bombardeado por los aviones de mítico ejército de Mandril. No es del todo seguro que sucediera, pero es posible que se realizara un día una película. Desconozco el presupuesto 


 
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